Descripción del término

En 1930, Meier introduce el término Aerobiología y la define como la disciplina que estudia los organismos y partículas biológicas presentes en el aire, tanto de exteriores como de interiores. Aunque en su definición original la Aerobiología se restringió al estudio de organismos vivos transportados por el aire, el hecho de que numerosos contaminantes de origen natural y antrópico afecten a su viabilidad, ha propiciado que en la actualidad esta Ciencia incluya también el estudio de dichos contaminantes. Por lo tanto, la Aerobiología es la Ciencia que estudia las partículas atmosféricas de origen o actividad biológica, su dispersión y su impacto sobre el medio ambiente y los organismos. Es pues, una Ciencia multidisciplinar que incluye ciencias básicas y aplicadas, tales como la patología vegetal, palinología, alergología, bioclimatología, calidad de ambientes interiores, etc. Es en la Medicina, donde ha estado desde un principio fuertemente ligada, debido a que la presencia del polen y las esporas en el aire provoca la aparición de síntomas alérgicos (polinosis) entre la población.

Fundamentalmente en nuestra área los análisis aerobiológicos se centran en conocer el contenido atmosférico de granos de polen y esporas de hongos, identificándolos, cuantificándolos y estableciendo épocas de aparición en el aire. En este sentido, el estudio de las variaciones temporales y espaciales de la concentración de polen y esporas en la atmósfera puede ayudar como medida preventiva a esta enfermedad, informando a los pacientes para que eviten exposiciones innecesarias al agente causante de su sintomatología. Actualmente, la aplicación de modelos matemáticos nos proporciona, después de un analisis atmosférico continuado, fórmulas predictivas capaces de advertir sobre posibles incrementos en los niveles de polen y esporas en el aire.

REDES TÉCNICAS

Redes Aerobiológicas Europeas

En la actualidad, uno de los grandes problemas a los que se enfrentan los países industrializados es la mejora de la calidad del aire que respiramos. Si a la presencia de partículas inorgánicas en suspensión añadimos el fuerte incremento que sufren determinados agentes biológicos en épocas del año muy concretas, conocemos que debemos hacer frente a un problema estrechamente relacionado con la salud pública. Hoy en día, las enfermedades de tipo alérgico tienen una importancia social de primer orden, observándose en los últimos años una tendencia creciente de las mismas. Por esta razón, a partir de los años 60 se despierta el interés por el monitorizaje de las partículas polínicas presente en la atmósfera, estableciéndose estaciones de control aerobiológico repartidas en diferentes puntos del continente americano y europeo, y que tienen como objetivo principal la detección de granos de polen de las especies vegetales presentes en la región, haciendo especial hincapié en aquellos en los que, por sus características alergógenas, puedan suponer un alto riesgo para la población.

A partir de los años 80 y en respuesta al fuerte aumento de las enfermedades de tipo alérgico en el mundo industrializado, surge en varios países europeos Redes Nacionales dedicadas al control aerobiológico de la atmósfera. Estas federaciones de grupos se constituyen con objeto de coordinar los distintos trabajos y crear una base común de datos aerobiológicos para su difusión a los colectivos interesados y contribuir, con la información generada, a la European Allergy Network.

La «EAN» tiene como fin la creación de un banco de datos continentales con todos los recuentos polínicos de los Centros integrantes. A partir de estos datos la «EAN» los difunde a los distintos medios de comunicación europeos y la «EPI», mediante técnicas avanzadas de informática, diseña mapas semanales de concentración polínica de todo el territorio europeo.

Red Española de Aerobiología

En el año 1992 y a propuesta de la Universidad de Córdoba se estableció la Red Española de Aerobiología (REA) que tuvo como consecuencia la puesta en marcha de un sistema de cooperación entre las distintas estaciones de control aerobiológico que hasta el momento existían en España, unificando los criterios metodológicos y, ante todo, generando información aerobiológica útil para ser difundida por los distintos medios de comunicación y cederla a los médicos alergólogos que la solicitasen. En la actualidad, la REA cuenta con 60 estaciones de control repartidas por la Península Ibérica, llevando a cabo el desarrollo de distintos proyectos de Investigación coordinados. [Más información]

Red Andaluza de Aerobiología

Paralelamente, se creó la Red Andaluza de Aerobiología (RAA), de la que actualmente forman parte los Servicios de Aerobiología de las ocho Universidades andaluzas. Entre sus objetivos está ofrecer a los pacientes sensibilizados un servicio rápido de información sobre el estado actual de los niveles de polen en todo el territorio andaluz, así como hacer pronósticos rápidos sobre la situación y dispersión en días posteriores en base a la situación meteorológica del momento y datos polínicos recogidos en años anteriores.

La REA y RAA están integrada en las Redes europeas EAN-EANS-EPI, siendo miembros en igualdad de condiciones y con los mismos objetivos que los demás Centros europeos.

Asociaciones y redes técnicas de aerobiología

METODOLOGÍA

El estudio de las partículas biológicas aerovagantes es posible gracias al desarrollo de distintos instrumentos de muestreo que permiten captarlas en base a unos principios físicos. En general, los muestreadores pueden agruparse en tres categorías: a) captadores gravimétricos, b) captadores de filtración, c) captadores de succión.

En la actualidad está muy extendido el uso de captadores que se basan en el principio de succión combinado con el de la impactación, que fue concebido por Hirst a mediados del siglo XX y del que se han hecho diversas variantes que permiten aumentar la eficacia de captación de las partículas atmosféricas. Como el polen y las esporas son transportadas por el aire en trayectorias horizontales, estos captadores aprovechan la inercia de estas partículas, propiciando el impacto sobre una superficie. Mediante una bomba de vacío que succiona un volumen de aire determinado, a través de un orificio, impacta sobre una superficie impregnada con una sustancia adhesiva que se dispone sobre un tambor que gira a una velocidad de 2 mm/hora; esta velocidad de rotación permite hacer muestreos aerobiológicos de hasta siete días de duración y que las partículas queden retenidas de forma secuencial. Este tipo de captador hace posible que los resultados se expresen en unidades de volumen de aire.

La superficie impactada se corta en fragmentos correspondientes a los días de la semana y cada uno de ellos es montado en una preparación de microscopía optica, teñido y fijado. Se llevan al microscopio óptico donde son analizados mediante la identificación y conteo de todas las partículas biológicas presentes en la preparación. Los resultados se expresan en granos de polen o número de esporas por metro cubico de aire (granos/m3; esporas/m3). Los captadores utilizados han sido el modelo Burkard Ltd. y Lanzoni s.r.l.

El análisis continuado de la atmósfera de una ciudad da lugar a una relación cuantificada de tipos polínicos (espectro polínico) que tipifican esa zona de muestreo. También se pueden realizar conteos horarios para saber en qué franja horaria hay unos niveles de polen más altos. Cuando pretendemos interpretar los datos obtenidos mediante tendencias generales se recurre a la representación gráfica de periodos de polinización de los distintos táxones, utilizando como unidad base el día, la semana, el mes, etc. Pero la representación más acertada y la que define una zona de estudio es el calendario polínico.

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